jueves, 7 de octubre de 2021

Medallas de Independencia: Centenario 1921 (y ya no más bicentenario para mi)

La conmemoración del centenario de la independencia de Centro América, en 1921, estuvo marcada por tres acontecimientos clave: los terremotos de 1917 y 1918 que dejaron la ciudad en ruinas, la pandemia de Gripe Española de 1918 y 1919 que dejó una cifra superior a las 150 mil muertes. El otro acontecimiento es, en parte, consecuencia de los dos anteriores: la caída de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera en 1920 y el nombramiento de Carlos Herrera y Luna como presidente interino y su posterior elección y ratificación en el cargo. Herrera fue, por tanto, responsable de la organización de los festejos del Centenario.

Una gran cantidad de actividades conmemorativas fueron planificadas y realizadas por la "Comisión del Centenario", bailes, conciertos, exposiciones, juegos deportivos, entre ellos. La costumbre de emitir medallas conmemorativas, tan enraizada durante el gobierno de Estrada Cabrera, si bien se redujo por el estado deplorable de la Casa de Moneda, dañada por los terremotos, no se detuvo del todo y, pese a la situación, se grabaron medallas del centenario, y se sabe que al menos dos reversos son parte de troqueles abiertos con punzones extranjeros. Un par de ejemplos a continuación.

Una de estas medallas, bastante conocida, muestra en una de sus caras una figura femenina de pie y la leyenda "CENTENARIO DE CENTROAMÉRICA 1821 - 1921" y en su otra cara una corona de laurel que enmarca el triángulo que originalmente aparece en el escudo de las Provincias Unidas de Centroamérica, además de la leyenda "15 DE SEPTIEMBRE 1821 - 1921". De esta medalla se conocen ejemplares en bronce y bronce con baño plateado. El diseño no es del todo original, la figura de la mujer de pie, con variantes leves, se puede encontrar en una serie de medallas alemanas emitidas entre 1910 y 1915, hecho que provoca la duda sobre cómo y cuándo llega ese troquel a Guatemala, sobre todo si se piensa que la otra cara sí es una pieza original y adecuada para esa pieza.




Aunque, como se mencionó antes, las instalaciones de la Casa de Moneda de Guatemala estaban dañadas, el trabajo de emisión continuó, sobre todo en encargos particulares. Para esa época eran grabadores Daniel Roche, de quien se conocen piezas de medallística de la presidencia de Estrada Cabrera y también grababa José Ángel Ceballos, de quien más tarde conoceremos sus piezas para piezas metálicas del Quetzal.

Otro ejemplo, bastante vistoso y bonito, es la medalla conmemorativa, "Cinco Hermanas" que presenta en una cara cinco figuras femeninas que, a su vez, representan a las cinco repúblicas centroamericanas; aunque no está firmado por grabador no sería raro que fuera obra de alguno de los dos ya mencionados. La otra cara de la pieza muestra un diseño modificado grabado en 1915 por el maestro francés Raoul Eugene Lamourdedieu. De la original se conocen piezas en plata y bronce con el grabado que muestra la leyenda "L'UNION FAIT LA FORCE" que en la medalla centroamericana se traduce acertadamente como "LA UNIÓN HACE LA FUERZA". El grabado de la mujer hilando de Lamourdedieu se describe en muchas publicaciones como "art decó" y, al igual que la anterior medalla mostrada, se desconoce cuándo y cómo llega el punzón o el troquel a Guatemala.





Ninguna de las dos medallas presentadas se puede considerar una rareza total, se conocen bastantes ejemplares de cada una, muchas en pésimo estado de conservación, su valor de mercado no es tan alto aunque con frecuencia desaparecen y son vueltas a ver con mucho tiempo de diferencia. Aprovecho para agradecer la información sobre este tema que muchos compañeros hay publicado en diferentes redes, sobre todo la referente a los troqueles extranjeros de la medalla de mujer de pie, descubrimiento hecho por Jacobo Pineda.


Edgar Quisquinay
Septiembre - Octubre, 2021.

jueves, 16 de septiembre de 2021

Anótelo a la cuenta de las leyendas numismáticas, por favor.

Las "leyendas numismáticas", son ese tipo de información al que no se le encuentra o que no tiene asidero histórico y que, por rigor científico, debemos identificar como tales, además de poner en cuarentena y no diseminar hasta que surja un medio de prueba confiable y certero. De estas existen para casi todos los períodos históricos de la circulación de moneda en Guatemala y parte de la culpa de su existencia se debe atribuir a la actitud cómoda que tomamos frente a la información existente, además de la casi nula investigación numismática en el país.

Un claro ejemplo de esas leyendas es la identificación del nombre del grabador del diseño de las monedas de 1/4, 1/2, 1, 5, 10 y 20 Quetzales de 1925 y 1926, repetido y casi tomado como dogma, publicado incluso, como Samuel Noble, que aparece como NOBLE-S en algunas de esas monedas. Fueron muchos años antes que el numismático Cristian Vargas lograra la identificación definitiva de William Clark Noble como dueño de esa firma, esto reforzado por evidencia contundente, para más información puede dar click aquí.

Parte de esa información sin cimientos firmes viene arrastrándose desde hace años y aparece, incluso, de la mano de grandes numismáticos como, por ejemplo, Manuel Coronado Aguilar. Desafortunadamente, nada nos dice que algunos datos que presenta como indudables, pese a su prestigio como historiador, sean ciertos al cien por ciento y esto se debe a que no hay ningún documento, entrevista, foto, testamento, ley o algo más que diga que lo narrado es comprobable y en algunos casos nos atrae por su formato de anécdota, pero nada más. Hasta hoy lo creemos porque es repetido y ponderado como verdadero, porque tiene delante el nombre y el prestigio, bien ganado, hay que decirlo, de Coronado. Sin embargo, siguen existiendo muchas leyendas, por acá dejaré dos más a la espera de colocarles la etiqueta de falsas o verdaderas.

De Coronado Aguilar, sobre el origen del Escudo de Armas de 1871

"Es... cualquier día del mes de julio de 1871. De protocolo resulta que débese servir un banquete de gran gala a los triunfadores, y, de rigor, a su vez, que el mejor artista que pisa nuestros suelos: Frener, no hay otro, se haga cargo del adorno del salón principal, y que en el sitio más vistoso y al respaldo de la silla de honor, sea colocado un emblema alusivo a tan esplendoroso acto (...) El artista hace sus cálculos, ordena materiales y dirige la obra. Su mente ha concebido una novedad. Ramas de Laurel, símbolo del valor y del triunfo, y la figura de un gigantesco quetzal formado de flores a tono, gran pájaro que daba la sensación de estar vivo, representativo de la libertad lograda sobre los escombros políticos dejados atrás por el citado Mariscal de Campo don Vicente Cerna, se dijo, a la hora de su huida obligada" (p.522).


Guatemala, 1 peso 1872.

De Coronado Aguilar, sobre los bustos femeninos en monedas de oro

"...Otro dato histórico en el que el burlador de siempre resulta dos veces burlado a su vez. Si el General Barrios había dispuesto para su solaz personal y burla al pueblo, que en la moneda del valor de $20 que había mandado batir, se fijase la efigie de su esposa doña Francisca, el artista Frener dibujó en su lugar la de su difunta esposa doña Adelheid Cornucci; con la de cinco pesos, de cuatro fechas diferentes resultó otro tanto. El propio presidente hizo posar a su esposa, como modelo, para que el artista Frener copiara sus rasgos fisonómicos y los tales aparecieran en la referida moneda; pero el burlón de Frener, no obstante que fijaba sus ojos en la esposa del primer magistrado, su mente se hallaba absorta en la que era motivo de su devoción personal: la mujer que le servía de compañera de hogar, doña María Acuña; y de este modo, sobre la tal moneda del valor de cinco pesos, en vez de figurarse el rostro de la primera dama de la nación, se configuró el de la primera dama de la pasión del grabador" (p. 520).

Guatemala, 5 pesos 1872.


Guatemala 20 pesos 1877.

Edgar Quisquinay Rojas.
Septiembre de 2021.


Con información de:

Manuel Coronado Aguilar, Apuntes Histórico-Guatemalenses. Editorial José de Pineda Ibarra, Guatemala, 1975. P. 520-522.